La primera base de datos comprensiva de las comunidades de virus o viromas que viven en nuestro tracto intestinal revela que ésta puede variar enormemente de persona a persona.
La base de datos ofrece nuevas oportunidades para identificar los virus que pueden jugar un rol potencial en el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos.
La investigación sugiere que la microbiota intestinal de cada ser humano tiene una composición única, una diversidad viral, particularmente alta en los infantes.
Las bacterias que colonizan el sistema digestivo humano son conocidas por tener un efecto profundo en la salud, pero los virus que coexisten a lo largo del mismo son igual de importantes.
De acuerdo a la nueva Base de Datos de Viromas Intestinales – GVD Gut Virome Database por sus siglas en inglés – creada en la Universidad del Estado de Ohio (OSU por sus siglas en inglés) en Columbia, 97,7% de los virus en nuestro intestino son bacteriófagos, lo cual significa que usan a las bacterias como huéspedes para replicarse
En los primeros años del siglo veinte, los científicos comenzaron a investigar el potencial de los bacteriófagos para combatir infecciones bacterianas, pero el descubrimiento de los antibióticos detuvo su trabajo.
Ahora, como la creciente amenaza de la resistencia a los antibióticos ha habido un resurgimiento del interés en la terapia con bacteriófagos.
Los científicos han descubierto mucho acerca del bacterioma – la comunidad de bacterias que hacen del intestino su hogar – pero caracterizar la comunidad de virus o viroma ha resultado un proceso más retador.
Las bacterias tienen ciertas secuencias genéticas en común, lo cual hace que identificar su ADN sea relativamente fácil, pero no hay marcadores universales en los virus.
Para hacer más fácil el estudio del viroma, los microbiólogos de la OSU decidieron establecer una base de datos dedicados a los virus presentes en el sistema digestivo humano.
Poblaciones virales únicas
El equipo construyó la base de datos GVD usando data genética de 32 estudios dirigidos a identificar virus en la microbiota intestinal de 1,986 personas en 16 países diferentes.
Después de procesar la data de la gran variedad de distintos métodos que usaron estos estudios, ellos identificaron 33. 242 poblaciones virales específicas que son el equivalente viral de las especies.
En promedio cada genoma viral colectado del intestino de un individuo contiene 542 poblaciones virales.
Cambios a lo largo de la vida
Usando la nueva base de datos, los investigadores condujeron la primera encuesta de la diversidad de virus en la microbiota intestinal a lo largo de la vida humana.
Ellos encontraron que los individuos occidentales con una Buena Salud, la diversidad viralera más alta en los infantes antes de los 3 años. Despues descienden entrando en la edad adulta antes de declinar después de los 65 años de edad.
Los autores atribuyen esa rica diversidad de virus en la infancia a su Sistema Inmunológico poco desarrollado. Los infantes también tienen pocas bacterias en la microbiota que luego los protegerán de infecciones virales en la adultez.
Los investigadores creen que esta base de datos es una importante herramienta para investigar como el viroma intestinal cambia con el tiempo y afecta la vulnerabilidad particular a ciertas enfermedades:
“Por ejemplo, usamos la base de datos GVD descubrir los patrones dependientes de la edad de la diversidad del viroma en individuos sanos de occidente, sin embargo la GVD puede tener unas implicaciones mucho más amplias, incluyendo el ayudar a clasificar mejor la microbiota para determinar cómo afecta en la predisposición a enfermedades como la COVID 19”
Beneficios de la diversidad
Los científicos descubrieron que las personas de países no occidentales tienen una población viral más diversa en su microbiota intestinal.
Otra investigación mostró que los no occidentales que se mudaron a países occidentales perdieron su diversidad en la diversidad microbiana, lo cual sugiere que esa dieta u otros factores ambientales pudieran jugar un rol en el viroma.
En adición, la base de datos reveló que los individuos con buena salud tienen una población viral más diversa que aquéllos que estuvieron enfermos.
“Una regla general para la ecología es que a mayor diversidad el exosistema es más sano” expresó Ann Gregory, autora principal del estudio, quien trabajó en la nueva base de datos mientras se graduaba de la OSU
“Nosotros sabemos que la mayor diversidad viral y de microbios está usualmente asociada con individuos más sanos. Y como vimos los individuos sanos tienden a tener más diversidad viral indicando que estos virus pueden estar haciendo algo potencialmente positivo y teniendo un rol benéfico”.
Los autores coincidieron que la GVD tiene algunas limitaciones en términos de alcance. Por ejemplo, han explicado que la representación de diferentes regiones geográficas y grupos étnicos no es suficientemente amplia.
Con información de Medical News Today